Esto es el comienzo. Me muevo y siento cómo lo hago, lo siento progresivamente en todo el cuerpo. Siento si apreto la mandíbula y tenso los hombros o el cuello, siento si respiro y cómo, o si bloqueo la respiración. Y poco a poco voy tomando más conciencia de mí y voy aprendiendo a escuchar mi cuerpo para saber cómo me muevo y cuáles son los esfuerzos inútiles, que hago diariamente, sin darme cuenta. Al tomar conciencia, ya hay un cambio.
En las lecciones del método se aprende poco a poco a percibir de un nuevo modo los propios movimientos, lo que importa es la calidad de lo que hacemos, no el esfuerzo que producimos.
Muchas lecciones se estructuran en torno a un área particular del cuerpo, o la relación entre dos áreas, para centrar la atención. A menudo, los movimientos se repiten en los lados derecho e izquierdo, para facilitar el notar las…
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La modificación de los hábitos y patrones corporales representa un proceso lento, que necesita tiempo y fuerza de voluntad.
El Método Feldenkrais® es más que una técnica corporal, nos ayuda a armonizar los deseos con las posibilidades. Ayuda a vivir una vida más eficiente y confortable, facilitando nuestra expresión con más libertad, espontaneidad, fluidez y flexibilidad. Nos permite descubrir habilidades desconocidas y redescubrir las ocultas.
El segundo cerebro también condiciona nuestra salud. Alojado en los intestinos, podría estar relacionado con enfermedades como el autismo o la osteoporosis. El sistema nervioso entérico o “segundo cerebro” se encuentra situado en nuestros intestinos, y está compuesto por 100 millones de neuronas. La revista Scientific American analiza el curioso funcionamiento de esta red neuronal y se analizan los resultados de las últimas investigaciones que señalan que el segundo cerebro estaría relacionado con diversas enfermedades, como el autismo o la osteoporosis.
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